Tras descubrir una ciudad medieval, en pleno centro histórico también se encuentra la Ruta Modernista donde se da a conocer la cara más alegre y creativa de la arquitectura de Palma. Un estilo, el Art Nouveau, que llegó de la mano de los arquitectos catalanes como Gaudí o Domenech i Montaner y que, tras ellos, desarrollarían los arquitectos mallorquines para la burguesía balear. 

• Almacenes el Águila: edificio proyectado en 1908, destaca el uso del hierro con el fin de aprovechar mayor el espacio y alcanzar mayor iluminación interior. Con importantes influencias vienesas, resalta su fachada con grandes aberturas, así como sus elementos decorativos. 


• Can Forteza Rey: siguiendo la tendencia del Art Nouveau, tiene una gran influencia del arquitecto Gaudí. Fue un edificio destinado para viviendas donde llama la atención la decoración escultórica y la musivaria. 


• Gran Hotel (fundació CaixaForum): proyectado por Lluis Domenech, es una de las primeras construcciones modernistas de Palma y un hotel pionero en la isla ya que fue el primero con tener electricidad y teléfono. 


• Can Casasayas y Pensión Menorquina: de líneas onduladas con gran dinamismo y plasticidad, no destaca por tener gran cantidad de elementos decorativos a excepción de algunas representaciones de helechos o mariposas en el hierro forjado de los balcones. 


• Antiguo Círculo Mallorquín (actual Parlamento): refugio de las antiguas élites sociales, fue construido a mediados del siglo XIX, fusionando el Casino Balear y el Liceo Mallorquín. Tras una reforma en 1913, destaca la entrada y la escalera de acceso. 


• Can Corbella: premodernista y neo-mudéjar, arcos de herradura, ventanas alargadas y vidrieras de colores componen su arquitectura. 

Forn del Teatre: modernismo aplicado a la decoración exterior de un local comercial donde destacan las líneas curvas y con motivos vegetales.